Hola.
Hoy les vengo a contar acerca de los funerales aéreos, una forma bastante poco conocida (según yo) de despedir el cuerpo de los difuntos. Pero antes de entrar de lleno
al asunto, quiero explicarles cómo fue que me enteré de que existen.
La
primera vez que supe de esto fue hace algunos años atrás, mientras leía The
Sandman (de Neil Gaiman). Dentro del número que leía mencionaban los tales
funerales aéreos, y mostraban a una especie de sepulturero que cortaba el
cuerpo del difunto y lo dejaba a merced de los buitres. Desde ese mismo
instante la idea comenzó a causarme interés, sin saber si era una práctica real
o no. Pasaron los años y hace un par de semanas estaba viendo un episodio de
Bones, donde la Dra. Brennan expresa su deseo de que cuando estire la pata, su
cadáver sea entregado a los cielos mediante buitres. Ahí recordé de inmediato
todo, y me decidí a investigar más sobre el asunto.
Y
bueno, ya no los aburro más y les empiezo a informar de verdad.
Resulta
que estos “funerales aéreos”, o funerales celestes (creo que son más famosos
por el último nombre, pero dado que primero lo conocí de la otra forma me quedo
con esa) se realizan en el Tíbet, y van para la mayoría de la población, pero no a todos. Los lamas, los menores de 18 años, las mujeres embarazadas y los que murieron por enfermedades infecciosas son las excepciones.
¿Ya
se pusieron en el contexto? ¿No? Bueno en ese caso les digo que en el Tíbet son
Budistas, por lo que luego de la muerte y el paso del alma a su próxima vida,
el cuerpo ya no tiene ningún significado, y si lo pensamos bien, se supone que
en el cristianismo el cuerpo tampoco tiene tanto valor, ¿o sí lo tiene? En fin.
Luego de que un monje Lama lee el libro de los muertos para ayudar al espíritu a atravesar el Bardo (una especie de
estado de 49 niveles entre una vida y otra) se procede a la exhumación del
cuerpo.
El
descuartizador de cadáveres (llamado Rogyapa)
realiza cortes y golpes al cadáver, con tal de facilitarle la tarea a los
buitres que aguardan pacientemente a que el caballero termine de hacer lo suyo.
Ya, las aves empiezan su festín matutino, dejando solo huesitos, los cuales son
recolectados, triturados, y mezclados con una harina llamada tsampa. Ahora bien, esta parte no me
queda muy clara, porque según he leído, es el mismo descuartizador el que
tritura los huesos, pero en una serie documental que vi, se veía al marido de
la difunta recogiendo y triturando los huesos. Bueno, esta mezcla viene siendo
el segundo plato de los buitres, que ahora sí que no dejan nada nadita del
cuerpo. Todo esto en menos de una hora.
También
descubrí que la gente del Tíbet realiza estos “entierros en el cielo” porque no
les queda otra. El suelo helado y rocoso es demasiado duro para cavar tumbas, y
la madera es demasiado escasa como para gastarla en la cremación (si incluso usan caquita de yak para hacer fuego). Y seamos sinceros, los tipos
están en el techo del mundo, ¿qué mejor que entregar los difuntos al cielo?
Lo que me parece más asombroso de todo esto es la completa desaparición del cadáver en tan poco tiempo. Todo se le da a las aves: la carne, la grasa, hasta los
huesos. Todo es engullido por el cielo.
Lo que una vez albergó el espíritu de un ser humano, ahora solo es una imagen,
cuyo mejor uso es retornarlo a la naturaleza y que así siga formando parte de
la rueda de la vida de otros seres.
Bueno, ese fue mi párrafo reflexivo y de conclusión. Espero les haya interesado lo que escribí, y que también los haga reflexionar un poquito sobre las distintas "culturas de la muerte" que existen en cada lugar del mundo.
¡Referencias time! :D
- Les dejo un link a imágenes de un funeral aéreo, con la advertencia (que nunca está de más) de que para algunos podrían resultarles demasiado fuertes, así que queda bajo su juicio:
- La serie documental que mencioné más arriba. Se llama "El laberinto del Tíbet", y consta de 6 episodios. El enlace los llevará al capítulo n°1, pero si quieren ver todo, o si buscan el capítulo donde hablan de este tema (el n°5 por cierto), en el mismo canal de youtube encuentran toda la serie.
- En medio de mi investigación me puse a buscar qué número era el que había leído de Sandman, y era el n° 55, parte de lo que fue “El fin de los mundos”. (sorry no hay link, pero ya saben cuál es).
Ya, me despido. Nos vemos venomont
EduardoHex
dejame decirte que me sorprende! no tenia la menor idea, mas que exitiese, me sorprende aun mas lo poco de rito que tiene este tipo de sepultura, una sepultura libre y simple. claro, todo vuelve a la naturaleza, a su ciclo.
ResponderEliminarespero que sigas subiendo curiosidades asi. saludos.